El Ciprés o Cupressus Semprevivens, significa «siempre vivo» y hace referencia a la larga vida de esta especie. Su extraordinaria resistencia a la sequedad, se debe a la forma de sus hojas, que limitan de manera natural la evaporacion del agua, conservando así, su color verde brillante, durante todo el año.
El aceite esencial de Ciprés se extrae de las ramas mas tiernas, así como de los brotes y de las hojas, que son muy aromáticas; tierra, humo, hierba con notas alcanforadas, són las caraterísticas de su fragancia que se destila principalmente en Francia o España.
Hablaremos ahora sobre sus facultades y sus formidables propiedades terapéuticas:
Sistema respiratorio:
– Alivia la tos espasmódica y la bronquitis
– Inmunoestimulante y antiinfeccioso muy eficaz en sinusitis, resfriados y catarros
Sistema Nervioso:
– Neurotónico (regula y tonifica, apacigua las emociones desbordantes.
Sistema cutáneo, Piel:
– Antiinfeccioso cutáneo que mejora la cicatrización.
– Útil en el tratamiento de las pieles grasas y con impurezas
– Regulador de la transpiración y del mal olor
Sistema genito-urinario:
– Emenagogo suave ayuda a regular la menstruación
– Mejora las infecciones urinarias
Ademas, la medicina oriental considera al ciprés un buen tonificante y regulador de la circulación de los líquidos corporales. Es indispensable para drenajes linfáticos, cuando hay retención hidrolipídica y celulitis. Así como en casos de hemorroides, varices y edemas en los miembros inferiores.
Combina bien con: los aceites de pino, lavanda, salvia, cedro…
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