Sonrisa Perfecta!!
Empezamos el año en positivo, muchos hacen esas típicas listas de buenos propósitos, y puede que una de las prioridades de esa lista este el conseguir unos dientes blancos como la nieve. Cambiar el color de los dientes no es tarea fácil, no sólo los especialistas nos lo dicen, la mayoria de la gente sabe que el café, el té, la cola, vino tinto, el tabaco… són los principales culpables de ese deterioro y color amarillento .
A parte de los distintintos tratamientos blanqueadores existentes para ese fin, pastas blanqueadoras y la mano profesional del dentista, hay otros métodos, más caseros que nos pueden ayudar temporalmente a conseguir este objetivo.
Veamos cómo cuidar de tus dientes de forma natural para que esten más blancos:
Es recomendable, para empezar, comer diariamente un trozo de papaya o una manzana. No obstante, para los que no les guste estas frutas, la fresa sirve como una alternativa adecuada. De hecho, los dientes deben frotarse con una fresa partida por la mitad; el efecto en este caso se reflecta logrando dientes blancos gracias al contenido de ácido málico y fortaleciendo encías sangrantes, lo que implica la prevención de la gingivitis.
Otra manera es untar un poco de ceniza en el cepillo de dientes, cepillarlos, enjuagarlos con agua tibia y lavarlos con dentífrico. Y la última, compuesta de tres pasos, incluye verter dos cucharadas de hojas de salvia en una taza de agua que esté hirviendo, taparla, dejarla que se enfríe y realizar toques de esta infusión después de cada comida. ¡cuidado si notas sensibilidad en los dientes!
Hablando de esta última alternativa, llegamos también hasta el final, es decir hasta el famoso dicho popular de que a caballo regalado, no le mires el dentado. No obstante, en cuanto a las personas, a la boca y a los dientes hay que poner mucha atención en una correcta higiene bucal. Por lo tanto, es recomendable cepillarse los dientes después de cada comida, o si no, al menos cada mañana y cada noche antes de acostarse.
