Tratamiento veraniego, Aguas Termales

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Las aguas termales son aguas minerales que brotan del suelo con más de 5°C que la temperatura superficial y son ricas en diferentes componentes minerales.

Al entrar en contacto con la piel, trasladan sus minerales beneficiosos por absorción al tejido celular subcutáneo y posteriormente activan el metabolismo orgánico.

Esta agua, que procede de capas subterráneas de la tierra se utiliza como terapia natural a través de inhalaciones, irrigaciones, y calefacción.

Desde la época primitiva, las civilizaciones han ido empleando estas propiedades del agua en plena naturaleza, aunque las más conocidas son las termas griegas y romanas y los baños árabes.

En la actualidad es común seguir tratamientos en balnearios de aguas mineromedicinales por su origen (magmática o telúrica), su composición química (con arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno, en el primer caso, y bicarbonatos, cloruros y sales de calcio, en el segundo) y sus funciones en el organismo, gracias a sus iones negativos.

Dada su gran influencia positiva en la salud, por lo que se han convertido en una de las terapias alternativas más reconocidas en los últimos tiempos, por su mejoría en casos de:

• Enfermedades crónicas de la piel (psoriasis, dermatitis, etc.)
• Enfermedades relacionadas con el estrés y otras de tipo psicosomático
• Enfermedades del aparato locomotor
• Problemas de la circulación
• Enfermedades del hígado, páncreas, vesícula y vías biliares.
• Recuperación funcional de la neuroparálisis central y periférica
• Curación de algunas enfermedades metabólicas como obesidad y diabetes.
• Enfermedades oncológicas
• Enfermedades respiratorias leves
• Enfermedades por hongos
• Estimulación las defensas del organismo.
• Reeducación el sistema termorregulador
• Tiene un poder analgésico y calmante de dolores
• Reconstituye, tonifica y rejuvenece.

Además de estos tratamientos que se recomiendan realizar periódicamente, podemos adquirir una rutina diaria de belleza en la que las aguas termales tengan un papel importantísimo. Pulverizar este tipo de aguas altamente mineralizadas, contribuye a cuidar y proteger la delicada piel del rostro. Suaviza, refresca, descongestiona, cicatriza y calma, especialmente las pieles sensibles.

Existen multitud de marcas en el mercado, entre las que destacamos:

Eau Thermale de Avène: Spray micronizado de agua de manantial, bacteriológicamente pura, mineralizada y con Ph neutro.

La Roche Posay Agua Termal: Spray de agua termal natural rica en Selenio, sin conservantes ni fragancias y bacteriológicamente pura.

Agua Termal de Vichy: Rica en sales minerales y oligoelementos, que calma las pieles sensibles y refuerza el capital de defensa de todo tipo de piel.

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