El dolor se gesta poco a poco, día a día, y por diferentes motivos. Són muchas las personas que recurren al ibuprofeno para aliviar la inflamación, el dolor o la fiebre. Este medicamento antiinflamatorio se utiliza comúnmente para tratar la artritis, síntomas menstruales, dolor de cabeza, dolores y molestias generales, y otras condiciones inflamatorias. Pero su uso continuado durante mucho tiempo tiene contraindicaciones, más de las que podriamos imaginar.
La solución es más fácil y está mucho más cerca de lo que crees,
¿conoces ya las mejores opciones para aliviar tus dolores de forma natural?
Desde la antigüedad nuestros antepasados han utilizado fitoquímicos que se encuentran en las plantas para reducir el proceso inflamatorio. Buen ejemplo de ello, son los siguientes agentes antiinflamatorios naturales:
La Corteza de sauce blanco: Esta hierba es el predecesor de la aspirina, ya se utilizaba como analgésico y antipirético por los griegos y los romanos. El mecanismo de acción de la corteza de sauce blanco es similar a la de la aspirina, pues es un inhibidor no selectivo de la COX-1 y COX-2, reduciendo de este modo las prostaglandinas inflamatorias.
La Curcumina es un pigmento natural amarillo derivado de la cúrcuma (Curcuma longa), tradicionalmente se ha utilizado como colorante y condimento de sabor en los productos alimenticios. La curcumina ha sido utilizada tanto en la medicina ayurvédica y en medicina china como un agente antiinflamatorio, un tratamiento para los trastornos digestivos, y para mejorar la cicatrización de heridas. Varios ensayos clínicos han demostrado las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de la curcuma.
La Boswellia: Este remedio anti-inflamatorio viene de la Boswellia serrata, árbol que crece en la India. Las propiedades anti-inflamatorias de boswellia se atribuyen a los ácidos boswéllicos que contiene. Estos ácidos mejorar el flujo de sangre a las articulaciones, se reduce el recuento total de células blancas de la sangre en el líquido articular, y también inhibe la elastasa de leucocitos, que se libera en la artritis reumatoide.
En un estudio reciente, se demostró después de 8 semanas de tratamiento con extracto B.serrata 333 mg tomado tres veces al día, una mejora significativa en la artritis de la rodilla.
La uña de gato: Uncaria tomentosa, también conocida como harpagofito, crece en América del Sur. Contiene un agente anti-inflamatorio que bloquea la producción de la hormona prostaglandina, que contribuye a la inflamación y el dolor. Se utiliza para tratar la artritis, bursitis, y trastornos intestinales. La uña de gato se puede consumir como té o como un extracto seco estandarizado en una cápsula.
Los ácidos grasos Omega-3: Los ácidos grasos omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias, han demostrado ser beneficiosos para las personas que sufren de artritis, así como, otras enfermedades inflamatorias de las articulaciones y del intestino. Los omega-3 también reducen el riesgo cardiovascular, lo que es especialmente útil para las personas con artritis reumatoide.
Los países en los que el consumo de pescado es mayor, su población tiene una menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas y depresión.
El Pycnogenol, se deriva de la corteza del pino marítimo (Pinus maritima) y se ha utilizado durante más de 2000 años como un agente antiinflamatorio. Se ha considerado útil para la cicatrización de heridas, tratamiento de escorbuto, la curación de las úlceras, y la reducción de la inflamación vascular. Contiene una mezcla potente de polifenoles activos que incluye catequinas, taxifolina, procianidinas, y ácidos fenólicos. Es uno de los compuestos antioxidantes más potentes conocidos actualmente, en un estudio reciente en el que los atletas tomaron 200 mg de picnogenol por día, estos mejoraron significativamente su resistencia.
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