La migraña, hemicránea o jaqueca es una enfermedad que se manifiesta por un intenso dolor de cabeza.
Es el tipo dolor más frecuente de cabeza y afecta a un 14% de la población, con una incidencia más alta en las mujeres y despunta antes de los 30 años.
La enfermedad cursa con unos 4 episodios mensuales de dolor agudo, de entre 4 y 72 horas e intercalados con largos periodos libres de síntomas.
El dolor intenso, pulsátil e incapacitante, se generalmente en un lateral de la cabeza, se acompaña por sensibilidad a la luz (fotofobia), náuseas, vómitos y empeora claramente con la actividad física.
Se cree que es un trastorno constitucional con base genética, pero los mecanismos bioquímicos que la causan no son totalmente conocidos y se barajan diversos orígenes:
- Teoría vascular: Se considera que se produce una vasoconstricción de las arterias craneales y posteriormente una vasodilatación, causantes del dolor.
- Teoría neurogénica: Recientemente se ha propuesto la teoría neurogénica del sistema trigémino-vascular, según la que existiría una hiperexcitabilidad en la corteza cerebral occipital que sería la causante de la migraña.
- Herencia: Podría existir un carácter predisponente por herencia genética al haberse identificado el gen que la transmite, en el cromosoma 9.
- Edad: La migraña se presenta por igual en niños y niñas, pero a partir de la pubertad, aumenta la incidencia de migraña en mujeres.
- Hormonas: Suele empeorar con la ovulación, la menstruación y la toma de anticonceptivos orales, mientras que en el embarazo y la menopausia suele mejorar.
Además existen muchos desencadenantes y factores ambientales o personales relacionados con el inicio de las crisis:
- Factores psicológicos: El estrés, la ansiedad, las preocupaciones o los impactos emocionales son los principales desencadenantes.
- Ingestión de alcohol y dieta: El consumo de bebidas alcohólicas, el ayuno o las comidas con histamina, glutamato monosódico MSG o tiramina y las carnes en conserva con nitratos, pueden desencadenar ataques.
- Falta o exceso de sueño: Los cambios en el patrón de sueño también pueden ser un desencadenante.
- Factores medioambientales: El tiempo, los cambios de temperatura, las luces intensas, el uso del ordenador, olores fuertes y altitudes elevadas.
Existen tratamientos médicos habituales para la migraña, como los analgésicos o calmantes (ácido acetilsalicílico o paracetamol), antiinflamatorios (diclofenaco, naproxeno o ibuprofeno), ergóticos y triptanes (sumatriptán, zolmitriptán, almotriptán, naratriptán, rizatriptán, eletriptán y frovatriptán), estos últimos, aunque son los fármacos específicos para tratar la migraña, descubiertos recientemente, eliminan el dolor en un alto porcentaje de pacientes, pero provocan , al igual que el resto, importantes efectos rebote y secundarios.
Pero siempre se recomienda optar por ciertas recomendaciones en la rutina y ciertos remedios naturales:
- Ejercicio aeróbico al aire libre.
- Reposar en un lugar oscuro y sin ruidos.
- Masajear nuca y cuelloalternando agua fría y caliente.
- Prescindir del alcohol y el tabaco, así como de alimentos desencadenates.
- Dormir un número adecuado de horas.
- Evitar situaciones de estrés.
- La música ejerce efectos calmantes y ayuda a a liviar la migraña.
- Infusiones de sauce, betónica, melisa, tila, manzanilla, azhar, ruda, mejorana, hierbabuena o lavanda.
- Rodajas de pepino y patata frías, aplicadas en los ojos, la frente y la nuca son ideales.
- Baños de pies con mostaza caliente.
- Cataplasma de hierbabuena en la frente.
- Complementos a base de Vitamina B2, Vitamina B6, y Magnesio.
